sábado, 3 de octubre de 2009

Feudalismo

El Feudalismo (476 – 1453)
Los grandes latifundios constituidos con base a las invasiones bárbaras, conformados por ducados, reinos y otras formas de la nobleza y las monarquías feudales, se establecieron alrededor de los grandes castillos y la protección de una poderosa fuerza de caballeros. El señor en cambio de someter a los desposeídos valiéndose de las cadenas y el látigo lo hacía de manera velada. La servidumbre vivía alrededor de los castillos, estaba al servicio de los latifundistas, podía cultivar un pedazo de tierra para el sostenimiento de su familia y debía estar dispuesto para los servicios que requiriera el feudal, bien fuera, en el castillo, la hacienda o en la milicia; su actividad central estaba dedicada al señor y el resto de tiempo cultivaba para su propio sustento, el de los suyos y para pagar tributos, rentas, diezmos y otras exigencias. El paternalismo feudal a la vez que lo ataba a la tierra, a la servidumbre y a las guerras que practicaba el señor latifundista, lo sometía a un poder que manejaba las propiedades, los vasallos o siervos, el ejército, la justicia, las formas religiosas y de la cultura. La religión católica, musulmana, budista y similares sostenían el andamiaje del feudalismo, la biblia, el torá, el Corán definían la verdad sobre las cosas y su interpretación quedaba en manos de los sacerdotes y pastores.
El feudalismo estableció una jerarquía piramidal entre las clases sociales. La nobleza alta estaba integrada por los duques, condes y marqueses, quienes dependían directamente del rey; la nobleza media por los barones y la pequeña nobleza eran llamados caballeros o hidalgos.
La nobleza y el clero disfrutaban de grandes privilegios y monopolizaban la propiedad de la tierra. La nobleza basaba, además, su poderío, en la fuerza militar y el clero, en su prestigio religioso y cultural.
Los nobles tenían a su cargo las tareas guerreras; los clérigos, lo concerniente a la vida religiosa; los villanos, la labranza y las faenas manuales.
Los villanos (habitantes de las villas) estaban en la escala social inferior y sus obligaciones eran numerosas con relación a sus derechos; trabajaban los grandes dominios señoriales, y en retribución de esa tierra que se les cedía para su trabajo y de la protección que se les dispensaba, debían múltiples servicios y prestaciones a sus señores.
Los villanos, eran todos los campesinos, pero estaban divididos en libres y siervos. Los campesinos libres podían abandonar las tierras que trabajaban y buscar hogar y protección en otro señorío, cuando así lo desearan. En cambio los siervos carecían en absoluto de libertad y no podían abandonar la gleba (tierra o heredad) en que trabajaban. Los villanos debían pagar al señor tributos, en especie y en trabajo.
Con la caída del imperio romano de occidente (476), los pueblos germánicos dominan Europa (godos, visigodos, vándalos, francos, sajones, anglos, alamanos). Entre los principales imperios se encuentra el de Carlomagno y el Sacro Imperio Romano Germánico. Donde la Iglesia católica juega un papel central, al final con la querella de las investiduras los emperadores toman preponderancia sobre el Papado. Cerca al 750 los musulmanes asedian al cristianismo dominan desde la India, el norte de África hasta España. En 1453 tienen en aprieto a Europa que ve obligada a buscar nuevas rutas comerciales para poder sostener sus economías.
Las universidades aparecieron a finales del S XII entre ellas están la de París (Teología), Bolonia (Derecho) y Montpelier y Salerno (Medicina). Se acostumbró el currículo del trívium (lenguas y humanidades que cubría gramática, retórica y dialéctica -lógica-) y el cuadrivium (matemática y ciencias que comprendía aritmética, geometría, astronomía y música), la aplicación del método del pro y contra enmarcado en los libros religiosos y la autoridad religiosa.
La Inquisición consistió en un Tribunal religioso que juzgaba las herejías, inicia actividades en 1183 en Provenza sur de Francia, por decisión del papa Lucio III mediante el Sínodo de Verona, formalizada para toda la iglesia en 1231 por el Papa Gregorio IX, procesó entre otros a Juana de Arco (1431), Gerolano Savanarola (1498), Miguel Servet (1553, Giordano Bruno (1600), Galileo Galilei (1633).
Feudalismo
Sistema contractual de relaciones políticas y militares entre los miembros de la nobleza de Europa occidental durante la alta edad media. El feudalismo se caracterizó por la concesión de feudos (casi siempre en forma de tierras y trabajo) a cambio de una prestación política y militar, contrato sellado por un juramento de homenaje y fidelidad. Pero tanto el señor como el vasallo eran hombres libres, por lo que no debe ser confundido con el régimen señorial, sistema contemporáneo de aquél, que regulaba las relaciones entre los señores y sus campesinos. El feudalismo unía la prestación política y militar a la posesión de tierras con el propósito de preservar a la Europa medieval de su desintegración en innumerables señoríos independientes tras el hundimiento del Imperio Carolingio.
Orígenes
Cuando los pueblos germanos conquistaron en el siglo V el Imperio romano de Occidente pusieron también fin al ejército profesional romano y lo sustituyeron por los suyos propios, formados con guerreros que servían a sus caudillos por razones de honor y obtención de un botín. Vivían de la tierra y combatían a pie ya que, como luchaba cuerpo a cuerpo, no necesitaban emplear la caballería. Pero cuando los musulmanes, vikingos y magiares invadieron Europa en los siglos VIII, IX y X, los germanos se vieron incapaces de enfrentarse con unos ejércitos que se desplazaban con suma rapidez. Primero Carlos Martel en la Galia, después el rey Alfredo el Grande en Inglaterra y por último Enrique el Pajarero de Germania, cedieron caballos a algunos de sus soldados para repeler las incursiones sobre sus tierras. No parece que estas tropas combatieran a caballo; más bien tenía la posibilidad de perseguir a sus enemigos con mayor rapidez que a pie. No obstante, es probable que se produjeran acciones de caballería en este mismo periodo, al introducirse el uso de los estribos. Con total seguridad esto ocurrió en el siglo XI. Véase Orden de caballería.
Origen del sistema
Los caballos de guerra eran costosos y su adiestramiento para emplearlos militarmente exigía años de práctica. Carlos Martel, con el fin de ayudar a su tropa de caballería, le otorgó fincas (explotadas por braceros) que tomó de las posesiones de la Iglesia. Estas tierras, denominadas ‘beneficios’, eran cedidas mientras durara la prestación de los soldados. Éstos, a su vez, fueron llamados ‘vasallos’ (término derivado de una palabra gaélica que significaba sirviente). Sin embargo, los vasallos, soldados selectos de los que los gobernantes Carolingios se rodeaban, se convirtieron en modelos para aquellos nobles que seguían a la corte. Con la desintegración del Imperio Carolingio en el siglo IX muchos personajes poderosos se esforzaron por constituir sus propios grupos de vasallos dotados de montura, a los que ofrecían beneficios a cambio de su servicio. Algunos de los hacendados más pobres se vieron obligados a aceptar el vasallaje y ceder sus tierras al señorío de los más poderosos, recibiendo a cambio los beneficios feudales. Se esperaba que los grandes señores protegieran a los vasallos de la misma forma que se esperaba que los vasallos sirvieran a sus señores.
Feudalismo clásico
Esta relación de carácter militar que se estableció en los siglos VIII y IX a veces es denominada feudalismo Carolingio, pero carecía aún de uno de los rasgos esenciales del feudalismo clásico desarrollado plenamente desde el siglo X. Fue sólo hacia el año 1000 cuando el término ‘feudo’ comenzó a emplearse en sustitución de ‘beneficio’ este cambio de términos refleja una evolución en la institución. A partir de este momento se aceptaba de forma unánime que las tierras entregadas al vasallo eran hereditarias, con tal de que el heredero que las recibiera fuera grato al señor y pagara un impuesto de herencia llamado ‘socorro’. El vasallo no sólo prestaba el obligado juramento de fidelidad a su señor, sino también un juramento especial de homenaje al señor feudal, el cual, a su vez, le investía con un feudo. De este modo, el feudalismo se convirtió en una institución tanto política como militar, basada en una relación contractual entre dos personas individuales, las cuales mantenían sus respectivos derechos sobre el feudo.
Causas de la aparición del sistema feudal
La guerra fue endémica durante toda la época feudal, pero el feudalismo no provocó esta situación; al contrario, la guerra originó el feudalismo. Tampoco el feudalismo fue responsable del colapso del Imperio Carolingio, más bien el fracaso de éste hizo necesaria la existencia del régimen feudal. El Imperio Carolingio se hundió porque estaba basado en la autoridad de una sola persona y no estaba dotado de instituciones lo suficientemente desarrolladas. La desaparición del Imperio amenazó con sumir a Europa en una situación de anarquía: cientos de señores individuales gobernaban a sus pueblos con completa independencia respecto de cualquier autoridad soberana. Los vínculos feudales devolvieron cierta unidad, dentro de la cual los señores renunciaban a parte de su libertad, lo que era necesario para lograr una cooperación eficaz. Bajo la dirección de sus señores feudales, los vasallos pudieron defenderse de sus enemigos, y más tarde crear principados feudales de cierta importancia y complejidad. Una vez que el feudalismo demostró su utilidad local reyes y emperadores lo adoptaron para fortalecer sus monarquías.
Plenitud
El feudalismo alcanzó su madurez en el siglo XI y tuvo su máximo apogeo en los siglos XII y XIII. Su cuna fue la región comprendida entre los ríos Rin y Loira, dominada por el ducado de Normandía. Al conquistar sus soberanos, a fines del siglo XI, el sur de Italia, Sicilia e Inglaterra y ocupar Tierra Santa en la primera Cruzada, establecieron en todas estas zonas las instituciones feudales. España también adoptó un cierto tipo de feudalismo en el siglo XII, al igual que el sur de Francia, el norte de Italia y los territorios alemanes. Incluso Europa central y oriental conoció el sistema feudal durante un cierto tiempo y en grado limitado, sobre todo cuando el Imperio bizantino se feudalizó tras la cuarta Cruzada. Los llamados feudalismos del antiguo Egipto y de Persia, o de China y Japón, no guardan relación alguna con el feudalismo europeo, y sólo son superficialmente similares. Quizá fueran los samuráis japoneses los que más se asemejaron a los caballeros medievales, en particular los shoguns de la familia Ashikaga; pero las relaciones entre señores y vasallos en Japón eran diferentes a las del feudalismo de Europa occidental.
Características
En su forma más clásica, el feudalismo occidental asumía que casi toda la tierra pertenecía al príncipe soberano —bien el rey, el duque, el marqués o el conde— que la recibía "de nadie sino de Dios". El príncipe cedía los feudos a sus barones, los cuales le rendían el obligado juramento de homenaje y fidelidad por el que prestaban su ayuda política y militar, según los términos de la cesión. Los nobles podían ceder parte de sus feudos a caballeros que le rindieran, a su vez, homenaje y fidelidad y les sirvieran de acuerdo a la extensión de las tierras concedidas. De este modo si un monarca otorgaba un feudo de doce señoríos a un noble y a cambio exigía el servicio de diez caballeros, el noble podía ceder a su vez diez de los señoríos recibidos a otros tantos caballeros, con lo que podía cumplir la prestación requerida por el rey. Un noble podía conservar la totalidad de sus feudos bajo su dominio personal y mantener a sus caballeros en su señorío, alimentados y armados, todo ello a costa de sufragar las prestaciones debidas a su señor a partir de su propio patrimonio y sin establecer relaciones feudales con inferiores, pero esto era raro que sucediera ya que los caballeros deseaban tener sus propios señoríos. Los caballeros podían adquirir dos o más feudos y eran proclives a ceder, a su vez, parte de esas posesiones en la medida necesaria para obtener el servicio al que estaban obligados con su superior. Mediante este subenfeudamiento se creó una pirámide feudal, con el monarca en la cúspide, unos señores intermedios por debajo y un grupo de caballeros feudales para servir a la convocatoria real.
Los problemas surgían cuando un caballero aceptaba feudos de más de un señor, para lo cual se creó la institución del homenaje feudatario, que permitía al caballero proclamar a uno de sus señores como su señor feudal, al que serviría personalmente, en tanto que enviaría a sus vasallos a servir a sus otros señores. Esto quedaba reflejado en la máxima francesa de que "el señor de mi señor no es mi señor" de ahí que no se considerara rebelde al subvasallo que combatía contra el señor de su señor. Sin embargo, en Inglaterra, Guillermo I el Conquistador y sus sucesores exigieron a los vasallos de sus vasallos que les prestaran juramento de fidelidad.
Obligaciones del vasallo
La prestación militar era fundamental en el feudalismo, pero estaba lejos de ser la única obligación del vasallo para con su señor. Cuando el señor era propietario de un castillo, podía exigir a sus vasallos que lo guarnecieran, en una prestación denominada ‘custodia del castillo’. El señor también esperaba de sus vasallos que le atendieran en su corte, con objeto de aconsejarle y de participar en juicios que afectaban a otros vasallos. Si el señor necesitaba dinero, podía esperar que sus vasallos le ofrecieran ayuda financiera. A lo largo de los siglos XII y XIII estallaron muchos conflictos entre los señores y sus vasallos por los servicios que estos últimos debían prestar. En Inglaterra, la Carta Magna definió las obligaciones de los vasallos del rey; por ejemplo, no era obligatorio procurar ayuda económica al monarca salvo en tres ocasiones: en el matrimonio de su hija mayor, en el nombramiento como caballero de su primogénito y para el pago del rescate del propio rey. En Francia fue frecuente un cuarto motivo para este tipo de ayuda extraordinaria: la financiación de una Cruzada organizada por el monarca. El hecho de actuar como consejeros condujo a los vasallos a exigir que se obtuviera su beneplácito en las decisiones del señor que les afectaran en cuestiones militares, alianzas matrimoniales, creación de impuestos o juicios legales.
Herencia y tutela
Otro aspecto del feudalismo que requirió una regulación fue la sucesión de los feudos. Cuando éstos se hicieron hereditarios, el señor estableció un impuesto de herencia llamado ‘socorro’. Su cuantía fue en ocasiones motivo de conflictos. La Carta Magna estableció el socorro en 100 libras por barón y 5 libras por caballero; en todo caso, la tasa varió según el feudo. Los señores se reservaron el derecho de asegurarse que el propietario del feudo fuese leal y cumplidor de sus obligaciones. Si un vasallo moría y dejaba a un heredero mayor de edad y buen caballero, el señor no tenía por qué objetar su sucesión. Sin embargo, si el hijo era menor de edad o si el heredero era mujer, el señor podía asumir el control del feudo hasta que el heredero alcanzara la mayoría de edad o la heredera se casara con un hombre que tuviera su aprobación. De este modo surgió el derecho señorial de tutela de los herederos menores de edad o de las herederas y el derecho de vigilar sobre el matrimonio de éstas, lo que en ciertos casos supuso que el señor se eligiera a sí mismo como marido. La viuda de un vasallo tenía derecho a una pensión de por vida sobre el feudo de su marido (por lo general un tercio de su valor) lo que también llevaba a provocar el interés del señor por que la viuda contrajera nuevas nupcias. En algunos feudos el señor tenía pleno derecho para controlar estas segundas nupcias. En el caso de muerte de un vasallo sin sucesores directos, la relación de los herederos con el señor variaban: los hermanos fueron normalmente aceptados como herederos, no así los primos. Si los herederos no eran aceptados por el señor, la propiedad del feudo revertía en éste, que así recuperaba el pleno control sobre el feudo; entonces podía quedárselo para su dominio directo o cederlo a cualquier caballero en un nuevo vasallaje.
Ruptura del contrato
Dado el carácter contractual de las relaciones feudales cualquier acción irregular cometida por las partes podía originar la ruptura del contrato. Cuando el vasallo no llevaba a cabo las prestaciones exigidas, el señor podía acusarle, en su corte, ante sus otros vasallos y si éstos encontraban culpable a su par, entonces el señor tenía la facultad de confiscar su feudo, que pasaba de nuevo a su control directo. Si el vasallo intentaba defender su tierra, el señor podía declararle la guerra para recuperar el control del feudo confiscado. El hecho de que los pares del vasallo le declararan culpable implicaba que moral y legalmente estaban obligados a cumplir su juramento y pocos vasallos podían mantener una guerra contra su señor y todos sus pares. En el caso contrario, si el vasallo consideraba que su señor no cumplía con sus obligaciones, podía desafiarle —esto es, romper formalmente su confianza— y declarar que no le consideraría por más tiempo como su señor, si bien podía seguir conservando el feudo como dominio propio o convertirse en vasallo de otro señor. Puesto que en ocasiones el señor consideraba el desafío como una rebelión, los vasallos desafiantes debían contar con fuertes apoyos o estar preparados para una guerra que podían perder.
Autoridad real
Los monarcas, durante toda la época feudal, tenían otras fuentes de autoridad además de su señorío feudal. El renacimiento del saber clásico supuso el resurgimiento del Derecho romano, con su tradición de poderosos gobernantes y de la administración territorial. La Iglesia consideraba que los gobernantes lo eran por la gracia de Dios y estaban revestidos de un derecho sagrado. El florecimiento del comercio y de la industria dio lugar al desarrollo de las ciudades y a la aparición de una incipiente burguesía, la cual exigió a los príncipes que mantuvieran la libertad y el orden necesarios para el desarrollo de la actividad comercial. Esa población urbana también demandó un papel en el gobierno de las ciudades para mantener su riqueza. En Italia se organizaron comunidades que arrebataron el control del país a la nobleza feudal que incluso fue forzada a residir en algunas de las urbes. Las ciudades situadas al norte de los Alpes enviaron representantes a los consejos reales y desarrollaron instituciones parlamentarias para conseguir voz en las cuestiones de gobierno, al igual que la nobleza feudal. Con los impuestos que obtuvieron de las ciudades, los príncipes pudieron contratar sirvientes civiles y soldados profesionales. De este modo pudieron imponer su voluntad sobre el feudo y hacerse más independientes del servicio de sus vasallos.
Decadencia
El feudalismo alcanzó el punto culminante de su desarrollo en el siglo XIII; a partir de entonces inició su decadencia. El subenfeudamiento llegó a tal punto que los señores tuvieron problemas para obtener las prestaciones que debían recibir. Los vasallos prefirieron realizar pagos en metálico (scutagium, ‘tasas por escudo’) a cambio de la ayuda militar debida a sus señores; a su vez éstos tendieron a preferir el dinero, que les permitía contratar tropas profesionales que en muchas ocasiones estaban mejor entrenadas y eran más disciplinadas que los vasallos. Además, el resurgimiento de las tácticas de infantería y la introducción de nuevas armas, como el arco y la pica, hicieron que la caballería no fuera ya un factor decisivo para la guerra. La decadencia del feudalismo se aceleró en los siglos XIV y XV. Durante la guerra de los Cien Años, las caballerías francesa e inglesa combatieron duramente, pero las batallas se ganaron en gran medida por los soldados profesionales y en especial por los arqueros de a pie. Los soldados profesionales combatieron en unidades cuyos jefes habían prestado juramento de homenaje y fidelidad a un príncipe, pero con contratos no hereditarios y que normalmente tenían una duración de meses o años. Este ‘feudalismo bastardo’ estaba a un paso del sistema de mercenarios, que ya había triunfado en la Italia de los condotieros renacentistas.
Su papel en el desarrollo político
La figura jurídica del feudo estaba contenida en el derecho consuetudinario de Europa occidental y en aspectos feudales como la tutela y el matrimonio, la re vertibilidad y la confiscación, que continuaron en vigor después de que la prestación militar hubiera desaparecido. En Inglaterra las posesiones feudales fueron abolidas por ley en 1660, pero se prolongaron en algunas zonas de Europa hasta que el derecho consuetudinario fue sustituido por el Derecho romano, proceso concluido por el emperador Napoleón a principios del siglo XIX
Modo de producción del feudalismo
Las principales características económicas que permitieron el advenimiento del modo de producción feudal en reemplazo del modo de producción esclavista fueron:
-Primero la creación de la gran propiedad territorios
-Segundo la transformación de los productores directos en siervos, dependientes de los señores feudales.
La gran propiedad latifundista, cimiento económico del régimen de producción feudal, se creó debido a que, al disgregarse el régimen esclavista, los diversos tipos de propiedad territorial pasaron a manos de la aristocracia seglar y eclesiástica, que iba feudalizándose, y a la cual pertenecían los jefes de los estados que se formaban, sus allegados, los gobernadores civiles y jefes militares. En determinados casos, las parcelas campesinas pasaron a manos de labradores más pudientes los cuales ampliaron sus tierras a expensas de los vecinos arruinados.
Dentro de la sociedad feudal, las fuerzas productivas se caracterizaban por la supremacía de la agricultura sobre la industria y, en relación con esto, del campo sobre la ciudad, fenómeno que perduro hasta el fin de la épica feudal.
Consolidado el régimen feudal, progresaron todas las ramas de la agricultura, perfeccionándose los instrumentos de producción y los métodos de cultivo de la tierra.
El mejoramiento te los aperos ejerció influencia decisiva en el avance de las labores agrícolas. Una de las principales manifestaciones de este perfeccionamiento fue la mejor técnica de la fundición y de la elaboración del hierro, que trajo consigo la difusión de diversos tipos de arados y de otros instrumentos de metal. Por entonces se invento el molino de viento y se perfecciono el de agua, así como la prensa para la uva y algunos otros dispositivos y mecanismos.
En virtud del progreso de los instrumentos de labor, la economía agrícola se elevo a un nivel superior bajo el feudalismo, se fue imponiendo poco a poco la votación de cultivos, aparecieron nuevas ramas del la horticultura y de la fruticultura, la viticultura y la oleicultura. Se registro un notable auge de la ganadería, particularmente de la cría de caballar, circunstancia esta ultima vinculada a las actividades militares de los señores feudales.
Tras el desarrollo y la intensificación de la agricultura, empiezan a renacer y a crecer paulatinamente las industrias, al unísono con la agricultura, perfeccionándose los instrumentos de trabajo de los artesanos, mejorando los procedimientos de elaboración de las materias primas y se acelera el progreso de especialización de los oficios.
La separación de las industrias artesanas de la agricultura represento uno de los momentos más cruciales de la época feudal y en la división social del trabajo, lo cual tuvo su exponente expresivo en la creación de las ciudades feudales, en la separación de la ciudad y el campo.
Al carácter y al nivel de las fuerzas productivas de la sociedad feudal correspondían las relaciones feudales de producción radicaba en la propiedad de los medios de producción
Las relaciones de propiedad constituían el rasgo principal y determinante de la producción, como lo que caracteriza al feudalismo es el predomino de la agricultura sobre las industrias, la propiedad del medio fundamental de la producción- la tierra - adquiría excepcional trascendencia para la vida económica de la sociedad.
Un elemento característico del régimen feudal era el MONOPOLIO DE LOS GRANDES PROPIETARIOS SOBRE LA TIERRA; así como los productores directos o sea los campesinos, carecían de toda propiedad territorial.
Cada señor feudal recibía la tierra de manos de otro señor feudal siempre y cuando adquiriese determinados compromisos: se comprometía a servirle, a participar en sus campañas bélicas y a ayudarle con los medios pecuniarios si llegaba el caso.
El fraccionamiento político de los estados feudales tiene su origen en la desmembración de la propiedad feudal en los países europeos.
La mayor parte de la tierra, propiedad de los señores feudales se componía por numerosas parcelas que los propietarios otorgaban en usufructo perpetuo a los campesinos, lo que permitía a estos mantener su economía en las pequeñas haciendas individuales
Por consiguiente durante la época feudal el productor no es dueño de la tierra, sino el usuario que se limita a cultivarla
Paralelamente a la producción feudal también existía la propiedad individual productos directores directos, campesinos y artesanos
Por su parte las relaciones sociales imperantes bajo el modo de producción feudal son relaciones establecidas por una clase jerárquica, y el sistema de dependencia de los productores directos (campesinos y artesanos), respecto de los señores feudales. Estas relaciones se pueden definir como RELACIONES DE DEPENDENCIA PERSONAL.
Aquí, el hombre independiente prácticamente ha desaparecido; todo el mundo vive sojuzgado: siervos y señores, vasallos y señores feudales, seglares y eclesiásticos
El trabajo excedente de los campesinos, que cultivaban la hacienda del señor feudal, o el plus producto creado en la propiedad de aquellos pero aprovechado por el señor, valiéndose de las relaciones de dependencia personal, forman parte de la llamada RENTA FEUDAL DE SUELDO
La renta feudal de sueldo, representaba un conjunto de tributos que los campesinos pagaban al terrateniente, los tributos y los impuestos absorbían el trabajo excedente del campesino que por depender del señor feudal, se veía obligado a entregarle todo el fruto de su trabajo por encima del mínimo necesario para la subsistencia de su familia y para la producción de su economía.
En qué contexto se llevo el esclavismo
El feudalismo surgió como un conjunto de complejas relaciones personales en un contexto donde primaba la inseguridad: invasiones, violencia, la decadencia del comercio y la industria y la escasez de moneda permitieron que poblaciones enteras buscaran refugio entre aquellos de tenían más poder económico y bélico.
Economía en el feudo.
En cuanto al ámbito económico, el feudalismo llevó a la práctica una economía de subsistencia, basada en la agricultura y la ganadería. De tipo rural, esta economía tenía una mínima división del trabajo y escasos intercambios comerciales. Su centro era el feudo, que correspondía a grandes y autosuficientes propiedades de nobles o eclesiásticos.
Sin embargo, en el siglo XII, producto de las Cruzadas, aumentó el intercambio comercial entre Europa y Cercano Oriente, lo que se tradujo en la instalación de un nuevo tipo de relación económica muy distinta, el feudalismo era el eje entre el capitalista, el comerciante y el mercader.
Debido a la escasez y lo rudimentario de las comunicaciones en la época feudal, la base de la economía era la producción y el consumo local. A si mismo existían muchos obstáculos que impedían un desarrollo del comercio entre feudos, entre ellos podemos nombrar la anarquía monetaria, diferentes sistemas de pesos y medidas etc.
La economía feudal en su evolución hacia el mercantilismo pasó por varias etapas, la primera denominada política de depósitos: se caracteriza porque al comercio solo se le veía su lado lucrativo y se basaba en comprar barato y vender caro para dar ganancia a la ciudad. En la segunda etapa se practico la llamada política de abastos en la cual se oriento el interés del consumidor, su principal objetivo era el de importar y no el exportar puesto que el propósito era el de tener tanta mercancía como fuera posible. En la tercera etapa la nación era considerada como un centro de producción, es decir que la mercancía era elaborada con fines de exportación y consecuentemente con fines de lucro, solo existía el temor de producir mercancías que no se vendieran.
El Mercantilismo se basaba en los metales preciosos y para los mercantilistas su principal objetivo era la creación de un estado rico tanto económicamente como políticamente poderoso. Los mercantilistas invirtieron el modo de antes respecto a las importaciones y exportaciones partiendo de la idea de que la actividad económica era un medio para fortalecer al Estado y no para satisfacer necesidades. Gracias a la expansión del comercio internacional, se intensifico el uso de la moneda, el desarrollo de transportes y una gran producción industrial. Dentro del pensamiento mercantilista hubo diferencias debido a que algunos de ellos eran comerciantes y exponían sus ideas con el fin de satisfacer intereses propios.
Algunos factores que contribuyeron al desarrollo del Mercantilismo fueron: El crecimiento de la burguesía mercantil, un mayor interés por la riqueza y la actividad económica, reformas religiosas, el invento de la imprenta y el descubrimiento de América.
La sociedad feudal.
¿Cómo estaba dividida la sociedad en época del feudalismo?: Por aquel entonces no había clases sociales sino estamentos, es decir no había movilidad social y el que nacía pobre moría pobre. Estos tres estamentos eran los Caballeros, los que luchaban los sacerdotes, los que rezaban y los campesinos, los que trabajaban. Los campesinos eran el sostén económico de los sacerdotes y los caballeros. Este orden se suponía que era divino y que Dios lo había querido así, así que el que se oponía a este orden "se oponía a Dios".
La práctica generalizada del contrato feudal dio lugar a una verdadera jerarquía feudal con el rey a la cabeza. Bajo el rey estaban los vasallos inmediatos o grandes vasallos, propietarios de los feudos más grandes y cuyo grupo estaba formado por los nobles y eclesiásticos (duques, marqueses, condes, obispos, abades, etc.); les seguían los vasallos poseedores de los feudos más pequeños (barones, vizcondes, etc.); los últimos eran los caballeros, propietarios sólo de su caballo, que servían militarmente a un señor feudal a cambio de tierras o dinero.
La sociedad feudal estaba formada por la nobleza feudal (las citadas clases de los nobles y eclesiásticos), y el pueblo, compuesto por los villanos o colonos y los siervos. Los villanos o colonos eran campesinos que cultivaban pequeñas parcelas de tierra cedidas por el señor feudal a cambio de determinadas rentas y servicios personales; tenían libertad para disponer de los bienes, contraer matrimonio (abonando una tasa) y abandonar la residencia (aunque debían solicitar el permiso del señor).
Por su parte, los siervos eran una clase inferior, jurídicamente y en la práctica eran el equivalente a esclavos, pues su situación de servidumbre del señor, al que pertenecían como una propiedad, se trasmitía junto con la tierra. La institución de esta servidumbre, compuesta por los llamados siervos de la gleba (en relación con la tierra que estaban obligados a cultivar) fue muy importante entre los siglos XI y XIII, y estaba nutrida de hombres libres o esclavos emancipados, los cuales, con objeto de asegurarse su propio sustento, adquirían ese pacto con el señor para toda la vida. En ese pacto se obligaba el siervo a la entrega de una parte de los frutos cultivados, prestación de servicios personales y algunas otras formas de limitación de su propia libertad y de los miembros de su propia familia; un ejemplo llamativo es el denominado Derecho de Pernada, por la cual algunos señores feudales se atribuían el derecho de entrar al lecho de la mujer desposada antes que su propio marido, y que podía ser rescatado mediante el pago de una suma de dinero. La condición de los siervos de la gleba evolucionó en Europa occidental, primero en calidad de censatarios y más tarde ya como propietarios libres, que alcanzó a otras regiones con la expansión de los reinos cristianos.
Formas del gobierno del feudalismo
Durante el feudalismo existían reyes, cada señor feudal poseía poder sobre esclavo, y este debía regirse a su autoridad. Este sistema es desplazado luego por la monarquía absoluta que se estableció en Europa, en la cuál es rey era el que tomaba las decisiones.El sistema feudal es lo más característico en la edad media, la propiedad, concretamente la de la tierra, era adquirida, consolidada y defendida mediante guerras que sostenían los señores feudales para perpetuar y ampliar sus dominios.El poder político estaba totalmente descentralizado, de hecho no había naciones en el sentido moderno de la palabra. Los feudos -porciones relativamente pequeñas de territorio- eran gobernados con base a ciertas prácticas de costumbre y, generalmente, prevalecían las personales y caprichosas decisiones del señor amo.El trabajador tenía que luchar incansablemente para sólo obtener algunos medios con que alimentar su sufrida existencia. Las clases de relaciones entre patronos y trabajadores eran de amo a esclavo, a base de decisiones autocráticas. El señor feudal era amo absoluto, su poder de decisión era ilimitado, a tal grado que llegaba a “decidir” hasta en la noche de bodas de sus vasallos (derecho de pernada o prima nocti).
Orígenes de la teoría científica del feudalismoComo se ha dicho, durante la época feudal la gran parte de la población vivía de la agricultura. Los cultivos principales eran los cereales: trigo, centeno, avena, cebada, y también variadas legumbres como habas y guisantes. Al principio, los rendimientos de la tierra se tornaron insuficientes para alimentar a los campesinos y sus familias, y cubrir además el canon de obligado cumplimiento con el señor feudal.Fue a partir del siglo IX cuando se comenzó a manifestar una mejora en el rendimiento agrícola, gracias a los avances técnicos en herramientas (como el arado con ruedas), mejoras en la sujeción de los yugos en los animales de tiro, etc.Los avances técnicos y las mejoras en las herramientas y aperos, como la introducción del arado con ruedas, supuso un mayor rendimiento de las tierras feudales, permitiendo que todos los habitantes de un feudo fueran autosuficientes A partir del siglo XI el molino de mano queda apartado por el molino de agua, que además de suponer una ventaja en términos de rendimiento, favoreció los intereses impositivos de los señores feudales, que obligaron a los colones a utilizar los molinos de la reserva que empezaban a proliferar en todos los feudos, previo pago de una tasa. La fuerza del agua se demostró igualmente muy importante para otras tareas, como la de mover telares o accionar las fraguas. En esta época comienzan también a especializarse determinados oficios artesanos, tales como alfareros, herreros, carboneros, curtidores, etc.
La economía cerrada del feudo empieza a cambiar sustancialmente durante el siglo XI, dependiendo menos de la agricultura y pasando a una importante diversificación, donde el comercio toma forma y da paso a las ciudades, quedando el feudo relegado a un segundo lugar. Nace así un periodo conocido como Baja Edad Media. En este periodos surgieron acontecimientos importantes que afectaron al comercio y la agricultura feudal de la Europa continental, tal como el desarrollo del imperio bizantino, y el poder de los musulmanes en el sur de Europa y Oriente Próximo.En el siglo XII, con las cruzadas se consiguió aumentar el contacto y familiarizar a los europeos con determinados productos de los países islámicos, tales como los tejidos de algodón y los cítricos. Por otro lado, determinadas regiones prósperas en su día como Mesopotamia, retrocedieron hasta el extremo de la subsistencia cuando los mongoles destruyeron sus avanzados sistemas de irrigación.Muchos sistemas feudales europeos de la región eslava apenas se sostenían en esta época, y gran cantidad de cultivos y productos como aceituna, uva, y cría de animales quedaban fuera de ellos. Muchos alimentos de las propiedades feudales procedían de la caza que organizaban los señores, actividad ésta muy común dentro de los dominios, que solían incluir amplios bosques donde la caza estaba absolutamente prohibida para los colonos.Sobre el año 1.300 las áreas que rodeaban a las ciudades medievales comenzaron a especializarse en productos hortícolas y lácteos; muchas industrias textiles hicieron aparición y la cría de la oveja comenzó a resultar rentable, especialmente en Inglaterra, Lombardía, Augsburgo (Alemania), Flandes, Toscana y Champagne. Las tierras comunales empezaron a cercarse con objeto de criar ovejas para el aprovechamiento de la lana. Muchos feudos, sin embargo, desaparecieron durante el siglo XIV por las grandes epidemias de peste y las guerras que se libraban en Europa; grandes extensiones de tierras de cultivo quedaron abandonadas. Durante esta época gran cantidad de mano de obra se pierde, comienza a expresarse el descontento de los campesinos supervivientes de los feudos, y a materializarse la búsqueda de mejores condiciones de vida.


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