En la actualidad se vive un ambiente paradójico: por un lado todos nos preocupamos por la salud y por estar en forma y por otro, la obesidad y las enfermedades asociadas al exceso de peso siguen creciendo en forma desmedida.
La malnutrición es notable, no sólo se observan personas con sobrepeso, sino que también hay un amplio sector de la población con trastornos alimentarios debido al miedo de aumentar de peso: bulimia y anorexia-. A su vez, estos trastornos coexisten con el otro extremo de la malnutrición: desnutrición o malnutrición por déficit.
Un Informe de la Fundación La Caixa analizó la alimentación de los españoles y los problemas asociados a ésta. Al momento se puede decir que las nuevas generaciones podrían vivir menos años como consecuencia de la mala alimentación actual.
En los años 60 la alimentación española no alcanzaba el nivel de calorías de los países desarrollados que oscilaba en 3200 Kcal y presentaba un escaso consumo de carne, leche y huevos. La dieta parecía desequilibrada y para lograr una alimentación moderna y racional se pensaba que los hogares debían introducir a sus mesas el pescado, las carnes precocidas y congeladas y las sopas preparadas.
En el año 1976 el consumo de proteínas de origen animal había crecido en un 30% al 45% y en los años 80 llega la modernidad a la cocina y las pastas, los dulces y la comida rápida invaden las mesas españolas y desplazan las frutas, verduras y legumbres.
Con estos cambios aparecieron nuevas enfermedades que más tienen que ver con la alimentación por exceso y desequilibrada que con la escasez de alimentos.
Y es así como surge un mundo de paradojas, por un lado el colesterol elevado, la hipertensión y obesidad y por otro, la ortorexia, bulimia y anorexia. Nunca hubo tanta información sobre como comer en forma sana y equilibrada y al mismo tiempo tanta confusión al respecto.
La sociedad actual esta disminuyendo la esperanza de vida de las generaciones futuras con sus mensajes publicitarios que promocionan la comida chatarra a bajo costo. No existen precios accesibles ni publicidades para los productos frescos y por cierto más saludables como las frutas, verduras y legumbres.
La vida agitada, sin tiempo para cocinar y comer en familia, el sedentarismo y la alimentación incorrecta son los principales factores causantes de la creciente obesidad infantil que se duplicó entre los españoles en sólo 20 años.
Todo lo que nos sucede debe ser solucionado entre todos, la reducción de la longevidad por la alimentación inadecuada es evitable, se necesitan políticas sociales y públicas que aborden seriamente la problemática y al mismo tiempo debemos contribuir con nuestro esfuerzo individual a la resolución de este gran problema actual.
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