sábado, 19 de septiembre de 2009

El hombre y la naturaleza

El hombre y la naturaleza
Las teorías naturalistas de la nacionalidad son, pues, en su fondo radical erróneo; porque desde el primer instante cometen el error de considerar la nación como una cosa, como una cosa natural, cuya explicación, por lo tanto, tendría que hallarse, a su vez, en cosas naturales. Ahora bien, la nacionalidad no es cosa; ni menos cosa natural. La nación está por encima de las realidades naturales y de toda cosa concreta; porque la nación es creación exclusivamente humana, con todos los caracteres típicos de lo específicamente humano, es decir, de lo anti-natural.
La aparición del hombre significó una de las más grandiosas transformaciones realizadas en el desarrollo de la naturaleza. Esta transformación llegó a su punto culminante cuando los antepasados del hombre lograron unir el palo a la piedra, comenzando a producir sus rudimentarios instrumentos de trabajo. La creación de estos rudimentarios instrumentos de trabajo originó la separación del hombre del reino animal
El proceso que llevó al hombre a dominar las fuerzas ciegas de la naturaleza, transcurrió con una lentitud extraordinaria, pues sus instrumentos de trabajo eran primitivos, mal trabajados, sin pulir.
Durante un espacio de tiempo muy prolongado, el hombre vivió de la recolección de frutos, pero estos no aseguraban una alimentación estable.”La escasez de alimentos hacia que a veces se manifestase entre los hombres primitivos la antropofagia Una conquista de extraordinario valor para el hombre primitivo en su lucha por dominar la naturaleza, lo constituyó el descubrimiento del fuego y su posterior dominio, lo cual condujo a la creación de mejores y más perfectos instrumentos de trabajos que junto a la domesticación de animales lo conducen a cultivar la tierra.
Salida de la naturaleza, o si se prefiere a la horda (comunidad de sangre, de lenguas, de costumbres, etc.), es la primera condición de la apropiación de las condiciones objetivas de existencia y de la efectividad reproductiva y objetiva (pudiendo esta actividad ser aquella de los pastores, cazadores, cultivadores, etc.). La tierra es el gran laboratorio; el arsenal que proporciona tanto el medio y la materia de trabajo como el asiento base de la comunidad.
Sabido es que, en los primeros tiempos, la sociedad primitiva disponía de instrumentos de trabajo muy rudimentarios que no permitían al hombre hacer frente por sí solo a las fuerzas ciegas de la naturaleza, ni a los animales feroces. Todos los medios de que disponían los hombres eran propiedad colectiva, que se extendía a los fundamentales medios de producción: la tierra con todos sus objetos de actividad productiva que se hallaban en ella (animales, plantas, materias primas para la construcción de medios de trabajo y otros instrumentos para la producción.
Los primeros hombres no tenían ni la más remota idea de la propiedad privada sobre los medios de producción. Existía la propiedad personal sobre algunos instrumentos de producción que se utilizaban, tanto en el proceso productivo como para la defensa contra las fieras o contra otras tribus.
Esta propiedad personal que poseían algunos individuos de la comunidad, actuaba subordinada a la propiedad colectiva y en beneficio de toda la comunidad. Por tanto, la propiedad sobre los medios de producción determina las relaciones de producción en cualquier formación económico- social. En este caso las relaciones de producción son de colaboración y ayuda mutua, sin explotadores ni explotados, teniendo como base la propiedad colectiva.
Esta forma de propiedad corresponde a la fase inicial de la producción en que un pueblo se nutre de la caza y de la pesca o a lo sumo, de la agricultura.
Con el desarrollo de las fuerzas productivas, el trabajo de los que se dedicaban a la agricultura y a la ganadería, comenzó a producir mas medios de sustento, aparece el plus producto, en estos momentos un hombre era capaz de producir lo que necesitaba y un excedente; ello posibilidad de no matar a lo prisioneros que se obtenían producto de las luchas tribales, estos prisioneros ahora fungían como esclavos. Se apoderaban de estos las familias más ricas, aristocráticas.
El trabajo de los esclavos acentuaba la desigualdad, pues lógicamente las economías que disponían de trabajo esclavo se enriquecían rápidamente. Se acentuaba más y más la desigualdad patrimonial, los ricos iban convirtiendo en esclavos suyos no solo a los prisioneros de aquellas llamadas guerras, sino también a sus propios parientes y hermanos de tribus arruinados y endeudados. Así surgió la primera división de la sociedad en clases, la división en esclavistas y esclavos. Apareció la explotación del hombre por el hombre, vale decir, la apropiación gratuita por unos del trabajo de otros.
Las fuerzas productivas de la comunidad primitiva habían llegado a un nivel de desarrollo, ya no cabían en el marco de aquellas relaciones de producción, que fueron sustituidas por las nuevas relaciones de producción del régimen esclavista y abrió vastos horizontes al desarrollo de las nuevas fuerzas productivas.
El trabajo colectivo fue desplazado por el trabajo individual, la propiedad social por la propiedad privada y el régimen gentilicio por la sociedad de clases.
El ser esencial humano, tanto la naturaleza como el haber espiritual de su especie, en tanto alienado, en un medio para su existencia individual. Enajena enajenado del producto de su trabajo, de su actividad vital, de su ser esencial, es el enajenamiento del hombre. Si su nombre es confrontado a si mismo, también vale para la relación del hombre con el otro hombre, y para el trabajo con el otro hombre. Y el objetivo de su trabajo.
En realidad, la proposición de que la naturaleza esencial del hombre le es enajenada significa que un hombre enajenado de otro, al igual que cada cual lo es de la naturaleza esencial del hombre.
El enajenamiento humano, y de hecho toda la relación del hombre consigo mismo, se realiza y se expresa primero en la realización en que un hombre esta frente a otros hombres,
De ahí que dentro de la relación del trabajo enajenado cada hombre vea al otro de acuerdo al nivel y posición en que se encuentra el mismo como trabajador.
Por cierto al hablar de la naturaleza, es menester señalar que el hombre en su lucha para adaptarse a ella y para transformarla, debe tener presente, sobre todo ahora, que es fundamental para su propia sobrevivencia respetar los ecosistemas, es decir, es un sentido mas amplio, respetar los sistemas naturales, pues ahora sabemos que todos somos interdependientes y que el hombre, en su carácter de depredador, lo que propicio poco a poco es una descomposición de la ecología, que al final de cuentas nos afectara negativamente.
El papel del trabajo en la relación naturaleza-sociedad
El Papel del Trabajo: La personalidad y el desarrollo profesional del hombre tiene lo que se conoce como necesidad de realización, y es ahí donde entra el sentido cultural del trabajo. Hacer posible dicha realización a todos los miembros de la comunidad es el sentido esencial de la cultura. La Economía determinó el ritmo de trabajo de la clase alta capitalista. En la misma dirección actuó el afán de ganancia económica, y más tarde, en mayor medida, el afán de poder. El resultado fue la elevación del trabajo como sentido de la vida, el fanatismo del trabajo.Independientemente de todos los conceptos que se manejen en la Sociología y en la Economía, se deben de tomar en cuenta otros beneficios del trabajo. Como dice Luis Pla Ventura: “El trabajo es, ante todo, esa vía honrada que nos permite alcanzar todo aquello que hemos soñado, siempre, en la justa medida de nuestras posibilidades. Luego, cuando el hombre está ocupado en su menester habitual, su única preocupación es buscar la perfección en su trabajo, por tanto, no tiene malos pensamientos, ni le surgen ideas banales con la finalidad de dañar a nadie. Trabajar, es, ante todo, la gran terapia del cuerpo.”El trabajo va más allá de meras estadísticas económicas. El trabajo puede convertirse en la plenitud del hombre, sentirse honrado, productivo, útil.
El hombre como ser social y su dinámica
LA CONCEPCION DEL HOMBRE COMO SER SOCIAL
La base esta en la definición aristotélica del hombre como “animal político por naturaleza”
Hay dos ideas fundamentales en la Teoría de la evolución que permiten comprender ciertas dimensiones de la dinámica humana y el papel social:
Idea del equilibrio ser vivo-naturaleza (supone un equilibrio ecológico, una adaptación al medio).
Idea de que el proceso de evolución se ha producido en virtud de una dinámica de constantes adaptaciones y desadaptaciones.
La cuestión de cuales son los factores que dan lugar a la dinámica de la evolución ha sido objeto de un vivo debate, en lo que se refiere a las causas y los efectos de las mutaciones genéticas.
El hombre puede ser considerado como fruto de un doble proceso de evolución biológica y de evolución social.
Proceso de co-evolución: tiene su arranque en un dilatado proceso evolutivo general de las especies (en concreto en algunas especies sociables de grandes primates) que en unas secuencias encadenadas de mutaciones y cambios adaptativos empezaron a desarrollar habitualmente una posición erguida. La adopción de la posición erguida corrió pareja a un mayor desarrollo de las capacidades manipuladoras y hacedoras de las extremidades superiores dando lugar, al empleo de útiles cada más perfeccionados para la obtención de alimentos y para la caza; lo que permitió dietas más variadas y ricas en proteínas conllevando un mayor reforzamiento de los lazos de cooperación tanto para la organización de las tareas de la caza, como para la distribución y preparación de alimentos y su consumo así como para la división general de tareas en el conjunto de la sociedad.
Australopitecos: más evolucionados que los primates ahora conocidos (hace millones de años)
Homo hábiles: 2,5 M años -> útiles de piedra -> hombres habilidosos en el hacer
Homo erectus: 2 M años -> hachas de piedra
Hombres de Neanderthal: 200.000 años
Homo sapiens: 100.000 años -> resistieron a la gran glaciación de hace 25.000 años, desarrollaron el arte rupestre (hombre inteligente). También llamado homo faber (hombre hacedor, que fabrica instrumentos)
Estos homínidos supieron hacerse fuertes a partir de su debilidad física originaria y pudieron sobrevivir, fundamentalmente en virtud de su carácter social. Agrupándose y coordinándose fueron capaces de desplegar formas cada vez más complejas y perfectas de organización social y, sobre todo, fueron desarrollando y transmitiendo una cultura, es decir, un conjunto de conocimientos, formas y técnicas de hacer las cosas, costumbre y hábitos sociales, sistemas de comunicación y creencias que eran enseñadas y aprendidas desde los primeros años de vida, de generación en generación, como un verdadero depósito común de las comunidades.
Este depósito común de conocimientos y de técnicas es el concepto de cultura. Gracias a la que nuestros antepasados pudieron enfrentarse con algunas ventajas al reto de la adaptación al medio y pudieron hacerlo cada vez mejor, porque la cultura y las formas de organización social fueron evolucionando y progresando a lo largo del tiempo.
Cultura y sociedad son las claves que nos permiten comprender no solo la adaptación del ser humano a la naturaleza, sino la misma naturaleza de este, El hombre tal y como es en la actualidad sólo puede ser concebida “como producto de su sociedad y de su cultura”.
La cultura, en el sentido sociológico de la expresión, es para el hombre una especie de “ambiente artificial” creado por él mismo, como si de una segunda naturaleza humana se tratara, añadida a su naturaleza física originaria que se ha ido enriqueciendo a lo largo de la historia de la humanidad y que es transmitida y enseñada a todo individuo desde su nacimiento a través de diversos y complejos procesos de socialización y aprendizaje, hasta ir conformándole de acuerdo con el perfil propio de lo humano.
A todo este proceso de “hacerse” el hombre es a lo que se califica de HOMINIZACIÓN. Los humanos llegamos a ser lo que somos a través de la sociedad y la cultura, aprendiendo a moldearnos a nosotros mismos, con el lenguaje, los conocimientos, las costumbres y las formas de comportamiento que se empiezan a imitar y a asimilar desde los primeros meses de vida.
El concepto de cultura es inseparable del concepto de sociedad. Una sociedad es un agregado organizado de individuos y la cultura es la forma en que se comportan, su modo de vida.
Cultura:
Taylor: resalta los aspectos más vivos y operativos de la cultura: conocimientos, técnicas, leyes, costumbres
Malinowski: considera la cultura como forma de comportamiento del ser humano. El hombre crea un ambiente artificial y secundario.
Linton: configura la conducta aprendida y los resultados de conducta.
Herskovits: es la parte de ambiente hecha por el hombre. Considerando que la vida del hombre transcurre en dos escenarios: el natural y el social.
La conclusión es que “un individuo aislado es una ficción filosófica”. Sin sociedad el hombre no existiría.
Durante mucho tiempo se ha venido considerando que la base de esta concepción del hombre, como ser básicamente social, estaba en la famosa definición aristotélica del hombre como “animal político por naturaleza.
Sin embargo, la realidad es que una comprensión cabal de la concepción social de la realidad humana no será posible sino a través de una concepción más amplia. Darwin nos ayudara indirectamente situando la cuestión en el ámbito más general de la evolución de la vida en la naturaleza. Hay 2 ideas fundamentales de la teoría de la evolución que nos ayudan a comprender mejor el papel social:
Por una parte, la idea de equilibrio ser vivo-naturaleza, que supone un equilibrio ecológico, una adaptación al medio etc.
Por otra parte la idea de que el proceso de evolución se ha producido en virtud de una dinámica de constantes adaptaciones y desadaptaciones.
El hombre puede ser considerado como fruto de un doble proceso de evolución biológica y de evolución social. La adopción de una posición erguida corrió pareja a un mayor desarrollo de las capacidades manipuladoras y hacedoras de las manos dando lugar a su vez, al empleo de útiles cada vez más idóneos para la obtención de alimentos y especialmente para la caza.
Este proceso de evolución biológica y social se encuentra en un contexto temporal muy dilatado en el que es muy difícil precisar sus distintas etapas. En comparación con los 2000 años de cronología cristiana, se estima que el Homo Sapiens cuenta con más de 100.000 años de vida sobre la tierra, que el homo Erectus estuvo en la tierra dos millones de años siendo la especie de homínido más antigua el Australopitecos africano con 4millones de años. Los orígenes del hombre pueden situarse en el contexto de una naturaleza inhóspita en la que el hombre presentaba rasgos propios de desadaptación al medio: debilidad física, piel fina, falta de medios naturales de ataque y defensa.
Sin embargo aquellos homínidos pudieron hacerse fuertes a partir de su debilidad física originaria y pudieron vivir fundamentalmente por su carácter social. Agrupándose fueron capaces de desplegar formas cada vez más complejas y perfectas de organización social y sobre todo fueron desarrollando y trasmitiendo una cultura, es decir, unos conocimientos formas y técnicas de hacer las cosas, costumbres y hábitos sociales, sistemas de comunicación y creencias que eran enseñadas y aprendidas desde los primeros años de vida, de generación en generación.
Lo social en el hombre forma parte indisoluble de su propio proceso de adaptación que fue capaz de superar social y culturalmente sus carencias originarias y su propia falta de idoneidad para una posible adaptación individual y cultural al medio.
A todo este proceso de hacerse el hombre es lo que se califica como hominización. Los seres humanos llegamos a ser lo que somos a través de la sociedad y la cultura, aprendiendo a moldearnos a nosotros mismos con el lenguaje, los conocimientos, las costumbres y las formas de comportamiento que se empiezan a imitar y asimilar desde los primeros meses de vida.
Organización para la producción
La mayor parte de este periodo corresponde a la época del régimen de la comunidad primitiva
Un tiempo relativamente corto de la existencia de la humanidad, los cinco o siete mil años, forman parte del periodo
historia escrita
En esta época primitiva
el hombre comienza a fabricar instrumentos de trabajo, que va perfeccionando paulatinamente; aparecen las fuerzas productivas y entre los hombres se establecen relaciones de producción.
Los primeros instrumentos de trabajo eran simples palos y piedras de bordes afilados que se recogían tal como los ofrecía la
naturaleza. En lo sucesivo, el hombre primitivo pasa gradualmente a ka modificación de esos objetos naturales y comienza a fabricar instrumentos de una forma definida, mediante procedimientos pesados con anterioridad. Y estos instrumentos le sirven mucho mejor que los palos y piedras recogidos al azar
Durante el
proceso de labor conjunta, el hombre fue percibiendo con creciente intensidad la necesidad de la comunicación con los demás. El trabajo despertó la conciencia del hombre y la razón humana, y esto le condujo a la aparición del Lenguaje
Los primeros aspectos fundamentales de las actividades productivas de los hombres primitivos, o sea las primeras formas de
economía, constituían en la búsqueda conjunta de alimentos, en la caza colectiva y en la pesca. El mayor progreso del hombre primitivo, en el esfuerzo por dominar las fuerzas de la naturaleza, fue el descubrimiento de ka nabero de hacer fuego, con lo cual el hombre inicio la utilización de los enormes recursos energéticos de la tierra.
Par el incremento de las fuerzas productivas de la
sociedad primitiva, represento un momento crucial la fabricación de instrumentos complejos de trabajo y de lucha. Aparecieron las puntas de flecha de piedra, las trampas para cazar animales, los anzuelos y los arpones para la pesca. Se hacer cuevas y chozas y se construyen depósitos para guardar las reservas de alimentos. El acontecimiento más notable de este periodo fue la invención del arco y la flecha.
Paulatinamente se va realizando la transición de la economía primitiva de los hombres (en la que solamente se dedicaban a la recogida de alimentos, a la caza, y a la apropiación de los
productos que la naturaleza ofrecía), a la agricultura y a la ganadería. Con el cultivo de plantas y con la cría de animales domésticos, el hombre comienza a transformar la naturaleza mediante el trabajo. Aparecen los primeros medios de locomoción: los caminos, los carros de bueyes, los trineos, las barcas, la vela y comienza el riego artificial de la tierra
En consonancia con el incremento en la producción la antigua forma orgánica de la sociedad primitiva cedió su lugar a una
organización más perfecta de la producción social, aunque en esta sociedad primitiva aun no había un poder estatal, puesto que la existencia de este presupone la división de la sociedad en clases, u esta. En la comunidad primitiva, aun no ha hecho su aparición en una forma definida.
Entre los hombres primitivos, la primera forma de organización del trabajo fue la cooperación simple, la cual creaba una
fuerza productiva mayor que la simple sima de las unidades individuales que la integraban. Con este trabajo común, se crearon relaciones de producción, las primeras de la historia humana, no tuvieron como base la propiedad social de los medios de producción lo que permitía que todos los hombres tuvieran una idéntica posición en el proceso de producción
La propiedad de la
tierra, revestía especial importancia para el desarrollo de la producción de la comunidad primitiva, ya que era el medio fundamental de producción, ya como lugar de caza, ya como terreno cultivado pro los agricultores, o ya como pastizal al servicio de los ganaderos.
El bajo nivel de las fuerzas productivas, la insuficiente perfección de los instrumentos de trabajo, ka poca
productividad del mismo y la propiedad social de los medios de producción y de los frutos de esta. Determinaron el carácter igualitario de las relaciones de distribución.
Los productos de trabajo eran todavía poco y apenas bastaban para cubrir las necesidades mas relevantes de los hombres primitivos.
En aquella época no había un lugar para las desigualdades en la distribución de los productos, ya que ello hubiera conducido a
la muerte de parte de la comunidad, lo cual habría reducido la vitalidad de la colectividad entera, peligrando la vida de todos. Por tanto cada miembro de la comunidad primitiva no podía existir ni satisfacer sus necesidades individualmente, su ¿no que sobrevivía gracias al trabajo conjunto de la colectividad entera.
Hasta una época determinada las relaciones de producción de la sociedad primitiva estuvieron en concordancia con el carácter de las fuerzas productivas, La aparición y el perfeccionamiento de ka producción de
herramientas metálicas desempeñaron un importante papel en el ulterior incremento de las fuerzas productivas de la sociedad primitiva.
La agricultura empieza a desarrollarse (arado con reja de
hierro, abonos, rotación de cultivos, horticultura, nuevas herramientas: azadón, etc.), y bici a bici comienza una gradual separación de la ganadería, que pasa a formar una rama económica independiente. Las tribus ganaderas se apartan de las demás. Ahora unas tribus se dedican principalmente a la agricultura y otras a la cría de ganado. El trabajo empieza a diferenciarse y a especializarse más y más, es decir aparece LA DIVISIÓN SOCIAL DEL TRABAJO.
El auge de la productividad del trabajo, cada vez más especializado en virtud del desarrollo de su división social, permite que se obtenga una cantidad de productos superior a la necesaria para satisfacer las necesidades de los miembros de la comunidad. Se forman, poco a poco, algunos excedentes de productos. La jornada de trabajo de los miembros de la comunidad se divide ahora en tiempo necesario y tiempo excedente.
Durante el tiempo necesario, los trabajadores elaboran una cantidad de productos que bastan para cubrir las necesidades de ka comunidad en general y cada
individuo en particular. Durante el tiempo excedente de la jornada se crean excedente de productos por encima de lo que necesita la comunidad.
Así aparece el TRABAJO EXCEDENTE y el PRODUCTO EXCEDENTE. O plus
producto, fenómenos nuevos en la visa económica de la sociedad.
La división social de trabajo y el surgimiento del producto adicional determinan la aparición de un nuevo fenómeno de la vida económica: EL CAMBIO. Aquellas tribus que se dedicaban sobre todo a la cría de ganado necesitaban productos de la agricultura y por el contrario, a los agricultores les interesaban los de la ganadería. Así que surge la necesidad de intercambiar productos entre tribus pastoras y las que se dedicaban a la agricultura.
Existe ya la posibilidad material de realizar este intercambio, puesto que las tribus pastoras disponen de excedentes de productos ganaderos: carne, pieles, derivados de la
leche; y los agricultores poseen excedentes de cereales, y otros productos de la tierra.
A medida que se intensifica la producción social, se desarrollan junto a la agricultura y la ganadería, otras variedades de la actividad productiva del hombre. Entre las comodidades sobre todo en aquellas que han pasado a la vida sedentaria, progresan las
industrias artesanas: la alfarería, la fundición, el arte textil. La complejidad, cada vez mayor, de estas actividades no permite simultanear cualquiera de las industrias artesanas con las faenas del campo o con el pastoreo
En el seno de la comunidad surgen hombres especializados en ciertos oficios. El trabajo de las artesanías queda separado de los agricultores y ganaderos Además de los productos agrícolas y ganaderos, comienzan a intercambiarse los artículos de artesanía: lanzas, espadas, escudos, ropas, etc.
El crecimiento de las fuerzas productivas de la sociedad, el aumento de la división social del trabajo y la expansión de intercambio comercial derivado de ellas, suscitaron profundas y radicales modificaciones en el régimen económico de la sociedad primitiva, con ello, poco tiempo después a su desintegración
Habiéndose agotado las posibilidades de la propiedad colectiva, como base económica de la producción social. El ulterior desarrollo tenía que asentarse en la producción individual.
La creciente división del trabajo y ka individualización de la producción requería una forma de relaciones que estimulase el
interés material de los individuos por perfeccionar los instrumentos de trabajo y por aumentar la producción. Esta forma de relaciones de producción constituyo la PROPIEDAD PRIVADA
En la aparición y
evolución de las relaciones sociales de producción privada tuvo singular importancia el intercambio de mercancías
Simultáneamente al intercambio y a la propiedad privada dentro de la comunidad primitiva surge el nuevo modo de producción el ESCLAVISMO.
El hombre y la cultura
Hombre y Cultura La relación entre el hombre y la cultura ha resultado siempre incómoda para el hombre. El eje de la discusión es si el hombre como creador de la cultura, puede modificarla y dirigirla hacia donde él mismo decida o, por el contrario, si la cultura es la primera creación humana que, cual cuento de ciencia ficción, se ha revelado contra su creador y es ella quien modifica al hombre y lo lleva por donde quiere. La única base desde la que se puede partir con cierta seguridad, es que sin hombre no hay cultura. El hombre crea su cultura. Respecto al primer punto, aunque el mismo Freud no lo trata explícitamente, no es difícil concluir que no sólo es la cultura quien modifica al hombre, sino que, y esto es el centro del problema en Freud, le hace pagar al hombre un precio por culturizarse y ese precio es la represión de sus pulsiones.
Se entiende por evolución cultural el cambio a lo largo del tiempo de todos o algunos de los elementos culturales de una sociedad (o una parte de la misma). La evidencia muestra que, la cultura -usos, costumbres, religión, valores, organización social, tecnología, leyes, lenguaje, artefactos, herramientas, transportes-, se desarrolla evolutivamente por la acumulación y transmisión de conocimientos para la mejor adaptación al medio ambiente.
Aspectos de la cultura son:
La endoculturación es el proceso por el cual la generación más antigua transmite sus formas de pensar, conocimientos, costumbres y reglas a la generación más joven.
La endoculturación se basa, principalmente, en el control que la generación de más edad ejerce sobre los medios de premiar y castigar a los niños. Cada generación es programada no sólo para replicar la conducta de la generación anterior, sino también para premiar la conducta que se adecue a las pautas de su propia experiencia de endoculturación y castigar, o al menos no premiar, la conducta que se desvía de éstas.
Equilibrio que alcanza un individuo a nivel social. La endoculturación del individuo en los primeros años de su vida, es el mecanismo dominante para la formación de su estabilidad cultural, en tanto que el proceso tal como opera en gente más madura es importante para la producción de campo.
En el proceso de apropiación cultural el receptor de la cultura (sujeto) recibe esas pautas y las decodifica. Por lo tanto, la cultura recibida puede ser modificada. La modificación de esas pautas puede relacionarse con el abismo generacional y factores socioeconómicos y políticos coyunturales.
Aculturación se refiere al resultado de un proceso en el cual un pueblo o grupo de gente adquiere una nueva cultura (o aspectos de la misma), generalmente a expensas de la cultura propia y de forma involuntaria. Una de las causas externas tradicionales ha sido la colonización.
En la aculturación intervienen diferentes niveles de destrucción, supervivencia, dominación, resistencia, modificación y adaptación de las culturas nativas tras el contacto intercultural. En tiempos más recientes, el término también se ha aplicado a la adquisición de la cultura nativa por parte de los niños desde la infancia en la propia casa.
Transculturación
La palabra transculturación se generó en el terreno de la antropología a partir del año 1935; el concepto lo ideó Fernando Ortiz (En "Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar") con el fin de clasificar el estudio del contacto cultural entre grupos diferentes, sin embargo, su definición ha ido modificándose para delimitar más claramente su campo de acción. Inicialmente se ha definido a la transculturación como un proceso gradual por el cual una cultura adopta rasgos de otra hasta culminar en una aculturación. Generalmente se ha supuesto que la enseñanza o intercambio de rasgos va desde una cultura "más desarrollada" (por ejemplo en cultura tecnológica) a otra "menos desarrollada" y que esto puede ocurrir sin conflicto, sin embargo se observa que la mayoría de las transculturaciones son conflictivas, en especial para la cultura "receptora" máxime cuando los rasgos culturales son impuestos.
Describe los cambios culturales que representan los cambios de época. La cultura de la sociedad agraria evolucionó hacia la cultura de la sociedad industrial y así hasta la cultura de la sociedad del conocimiento. La transculturación producida por los cambios de época ha logrado enriquecer el contenido cultural de las personas que se ven inmersas en este fenómeno antropológico.




martes, 15 de septiembre de 2009

Historia del hombre primitivo|

Historia del hombre primitivo
Según explicaciones científicas, nuestro sistema solar se formó hace unos 4.600 millones de años. En la Tierra, uno de sus planetas, la vida surgió 1.500 millones de años después; o sea, hace más de 3.000 millones de años.
¿Hombres mono o monos hombre?
Contrastada con esas enormes cifras, la aparición del hombre es relativamente reciente, ya que data de apenas unos tres millones o cuatro millones de años. Entre tantos miles de millones de años, podríamos decir que el hombre es una especie nueva en el planeta, siendo, hasta hoy, el último eslabón de una cadena viviente iniciada hace más de 3.000 millones de años.
La aparición del hombre sobre la Tierra es el primer paso para el nacimiento del pensamiento y un avance decisivo hacia la reflexión. Por primera vez en la historia de la vida, un ser, no sólo conocerá, sino que se conocerá.
Los hielos del último avance glacial comenzaron a retroceder y los períodos de frío fueron reemplazados por intensas lluvias que hicieron subir el nivel del mar. Poco a poco, el paisaje y el clima del planeta comenzaron a tomar lentamente una nueva fisonomía. Todas estas transformaciones climáticas determinaron una gran variación en la flora y la fauna terrestres.
Huesos humanos y objetos fabricados encontrados en capas profundas de terreno cubiertas por otras que jamás habían sido removidas desde su formación, han permitido a la geología —ciencia que estudia la corteza terrestre— establecer que el hombre existe, más concretamente, sobre la Tierra, desde el principio de la época cuaternaria y tal vez desde fines o mediados de la época terciaria.
¿Homínido?
Los hielos del último avance glacial comenzaron a retroceder y los períodos de frío fueron reemplazados por intensas lluvias que hicieron subir el nivel del mar. Poco a poco, el paisaje y el clima del planeta comenzaron a tomar lentamente una nueva fisonomía. Todas estas transformaciones climáticas determinaron una gran variación en la flora y la fauna terrestres.
Huesos humanos y objetos fabricados encontrados en capas profundas de terreno cubiertas por otras que jamás habían sido removidas desde su formación, han permitido a la geología —ciencia que estudia la corteza terrestre— establecer que el hombre existe, más concretamente, sobre la Tierra, desde el principio de la época cuaternaria y tal vez desde fines o mediados de la época terciaria Huesos humanos y objetos fabricados encontrados en capas profundas de terreno cubiertas por otras que jamás habían sido removidas desde su formación, han permitido a la geología —ciencia que estudia la corteza terrestre— establecer que el hombre existe, más concretamente, sobre la Tierra, desde el principio de la época cuaternaria y tal vez desde fines o mediados de la época terciaria.
Si la estructura anatómica del hombre es resultado de una larga evolución, el despertar de su inteligencia ha sido, por el contrario, bastante brusco. Todo hace suponer que el umbral que daría paso al pensamiento fue franqueado de una sola vez. Y, a partir de este momento, la vida de la especie humana quedó trazada. Lo estaba, no sólo por el dinamismo del poder de la reflexión, sino también porque, contrariamente a los animales vinculados al medio ambiente, el hombre no puede sobrevivir si no transforma cuanto le rodea y lo adapta a su medida.
Los restos que se han encontrado en las capas de terreno o en el suelo de antiguas cavernas son, en su mayor parte, armas sencillas de piedra o de metal, utensilios de alfarería; esto es, ollas y vasos de greda, y otros objetos semejantes. El estudio comparativo de ellos ha permitido establecer una gradación de los progresos alcanzados por el hombre en esas oscuras épocas de su desarrollo.
La familia de los hombres comenzó a formarse probablemente cuando un grupo de primates superiores comenzó a bajar de los árboles al suelo. A partir de ahí resulta bastante fácil, con un ligero esfuerzo de imaginación, llegar a concebir lo que sería la vida de los primeros seres humanos sobre la Tierra.
La selva había comenzado a reducirse y debían buscar alimento en el suelo, a campo abierto, para sobrevivir. Esos primeros alimentos para cumplir el más elemental instinto de conservación fueron hierbas, frutos silvestres y raíces.
Al comienzo, tal vez, caminaron apoyándose sobre los nudillos de sus manos, pero poco a poco se irguieron y así sus manos empezaron a quedar libres, pudiendo empuñar piedras y palos para matar pequeños animales o para defenderse de los grandes, para despedazar la carroña, para partir los huesos o comer la médula, para sacar a los animales de sus escondrijos, para abrir los frutos de cáscara dura.
Durante su primera época en la Tierra, el hombre, al igual que los demás animales, debió enfrentarse a los caprichos de la naturaleza, pero, al dominar las fuerzas de ella, se fue convirtiendo en soberano indiscutible de su ambiente. El hombre se propagó por toda la superficie del planeta, conquistando las sierras y las llanuras, los desiertos y las selvas.
La primera vivienda, mejor se diría el primer refugio, debió ser un árbol bajo el cual se cobijara el hombre, o bien entre sus ramas, ante el temor de que su sueño fuera turbado por alguna fiera.
Más tarde, pernoctó al abrigo de las peñas o en cuevas más o menos profundas. La primera arma fue acaso una rama desgajada de un árbol. Luego, al necesitar el hombre de su prójimo, de su semejante, de quien, quiérase o no, era su “otro yo”, trató de comunicarse, de hablar, más que por signos, por onomatopeyas.
Por último, tal vez al ver flotar sobre las aguas o rodar los troncos de los árboles por los declives montañosos, surgieron en la mente virgen de los primeros seres humanos las primitivas y rudimentarias nociones del transporte y de la locomoción, que culminaron muchísimos siglos más tarde en la invención de la rueda, uno de los descubrimientos más sensacionales de todos los tiempos.
El uso de herramientas estimuló el desarrollo del cerebro, y el desarrollo de éste reforzó a su vez todo lo demás; le permitió al hombre una mayor coordinación de sus movimientos al caminar erguido; también le hizo darse cuenta del valor de las armas y herramientas, comenzando a guardarlas una vez usadas, por si le servían para futuras ocasiones; luego comenzó incluso a fabricarlas e inició a sus hijos en la fabricación y su uso. Así empezó la cultura ya que a pesar de que los creadores fueron muy primitivos, eran ya hombres. Comienza por tallar la piedra y hacer fuego.
La conquista del fuego es una de las más notables victorias humanas sobre la Naturaleza circundante. Fue adorado como un dios y forma parte integrante de todas las mitologías.
En la época de las tribus nómadas, cuando la humanidad se hallaba en estado de perpetua inestabilidad familiar y social, el fuego era un centro de reunión y concentración humana: un verdadero tesoro conservado con el mayor de los cuidados.
Cada familia se reunía en tomo a una hoguera durante las largas noches invernales. Como los medios para proporcionarse fuego eran limitadísimos, se hacía necesario e imprescindible mantener siempre encendidas, tanto de día como de noche, algunas brasas de leña y renovarlas constantemente. El fuego se comunicaba así con cierta solemnidad de unos a otros hogares. Cuando la familia, la horda, se ponían en marcha, cada uno de los clanes llevaba “SU fuego”, aquellos brasas preciosos, a menudo rodeados y protegidos por centinelas, ya que podían ser robadas o apagarse de un momento a otro. Y cuando a una tribu se le apagaba la lumbre, la miseria, las enfermedades acababan con ella muy en breve.
El hombre se había percatado del temor instintivo de las fieras a las hogueras; observó también que el fuego contribuía a la mejora de su alimentación y al perfeccionamiento de su industria; no tardó en darse cuenta de su inmenso poder destructivo. Su primera obtención debió ser laboriosa, muy fatigosa y erizada de dificultades.
El bello mito griego de Prometeo hubo de tener un precedente no menos heroico en aquellos pobres y tenaces seres primitivos que pasaban largas horas frotando pedazos de madera seca y, ciertamente, el nombre de premaetha significa frotación de leños, uno contra otro. Resulta curiosa esta semejanza del vocablo con el nombre del héroe heleno que sustrajo el fuego de las divinidades para entregarlo a los hombres y que, como todos los bienhechores del género humano, padeció terribles sufrimientos.
Las pruebas más antiguas de estas primeras manifestaciones de la especie humana datan de comienzos del período pleistoceno, hace aproximadamente unos setecientos mil años.
En su lucha por la vida, el hombre había ya logrado ventajas sobre los otros animales, ya que había aprendido a usar el fuego, a utilizar los diferentes utensilios y a abrigarse con piedras que le procuraban calor, sin embargo, gracias a su inteligencia cada vez más desarrollada, el hombre aprendió, poco a poco, a aprovechar de modo más racional la naturaleza.
Empezó a cultivar plantas y a criar ganado, con lo que le cambió totalmente la vida. Se hizo sedentario, construyendo albergues para él y para sus animales. Las nuevas construcciones se reunieron formando aldeas. El hombre empezaba una nueva época, la agraria. De esta forma, surgieron las ciudades, que eran centro de comercio, artesanía y administración.
La flexibilidad de la inteligencia humana obliga a reaccionar ante cada presión exterior, obedeciéndola u oponiéndose a ella. Así, en las culturas primitivas, la fuerza de la Naturaleza ejerce una influencia poco menos que decisiva. Y gracias a esa adaptación a las fuerzas naturales, el hombre llega a un mayor y mejor conocimiento de las mismas y a la adopción, lenta pero constante, de formas de vida más progresivas.
Este hombre, que pensaba y podía mejorar su entorno, fue el llamado “homo sapiens” (hombre pensante o que sabe), y que ha continuado su desarrollo hasta nuestros días, cuando nosotros, tú y yo, somos representantes de este Homo Sapiens.

Las características principales de la estructura económica de la comunidad primitiva son:
Los hombres se hallaban indefensos ante las fuerzas naturales y se alimentaban de todo lo que la naturaleza les proporcionaba; la estructura económica era atrasada y primitiva, lo cual correspondía al mismo estado en que se encontraba la sociedad.
El hombre satisface sus necesidades con lo que directamente le proporcionaba la naturaleza, por lo que las necesidades económicas eran la recolección cacería y la pesca.
El hombre era nómada en un principio, como dependía mucho de la naturaleza, seguía el cauce de los ríos, buscando los climas más favorables, así como los lugares que le proporcionaban facilidades para sus actividades.
La producción era de autoconsumo, ya que su organización era muy atrasada, lo mismo que sus instrumentos de producción, por lo que su producción era tan poca que apenas les alcanzaba para subsistir.
Al satisfacer sus necesidades los productores y no sobrar nada no hay posibilidad de apropiación individual de lo producido, por lo que todas las relaciones sociales que se establecen son comunitarias.
Si la producción y el trabajo se realizaba en forma comunitaria, en consecuencia también la distribución de lo producido, tomando como base la supervivencia del grupo.
En la comunidad primitiva no existieron clases sociales por que no había propiedad privada de los medios de producción, por lo tanto no se daba la explotación del hombre por el hombre.
Con el desarrollo de los instrumentos de producción se creo la primera división natural del trabajo, que estaba determinada por el sexo y edad. La mujer era la encargada de la distribución de los productos, por lo que jugaba un papel muy importante que se conoció en la historia como matriarcado.
Con el paso del tiempo los hombres fueron aprendiendo a dominar la naturaleza y a desarrollar la agricultura y el pastoreo, este hecho contribuyo a que se volvieran sedentarios y a que surgiera la primera división social del trabajo: los que se dedicaron a la caza y la pesca y los dedicados a la agricultura y pastoreo.
El descubrimiento del fuego contribuyó al mayor desarrollo de los hombres que vivieron el la comunidad primitiva, pues les permitió cocer sus alimentos e incorporar el pescado en su dieta; Asimismo, permitió el surgimiento de la segunda división social del trabajo: Los Oficios. Ya con estas dos divisiones, se empezó a producir cierto excedente.
La producción de excedentes, hizo posible que surgiera el intercambio entre las diversas comunidades. A este se le denominó trueque.
Todos estos cambios fueron dando lugar a la propiedad familiar hasta llegar a ser Propiedad Primitiva.

En la historia del hombre, desde su aparición al final de la última glaciación, se pueden distinguir tres grandes etapas según la actividad que desarrolla. Durante la primera, desde la aparición del hombre hasta hace unos 10.000 años atrás, éste vivía como recolector y cazador. Durante la segunda, dominó la cultura agraria (la tercera, correspondiente a estos dos últimos siglos, se ha caracterizado por el industrialismo y desarrollo técnico).Si por un procedimiento análogo al que en ocasiones utiliza el cine científico, se redujeran a uno los millares de años transcurridos desde la aparición del hombre sobre la Tierra, el hombre prehistórico sólo ocuparía las ocho últimas horas del último día y el hombre histórico —desde el antiguo Egipto a nuestros contemporáneos— no representaría más que dos o tres minutos.

lunes, 14 de septiembre de 2009

domingo, 6 de septiembre de 2009

Origenes del hombre


Origen del hombre
Se sabe que el universo físico existe desde hace 20 mil millones de años. Su magnitud es tal que, dentro de el, nuestro sol con otras 100 o 200 mil millones de años de estrellas forman la vía láctea esto es, miles de galaxias conforman el universo. La vía láctea de sus miles de millones de estrellas son susceptible cada una a de tener planetas, y ya que la vida solo puede darse bajo determinadas condiciones físicas entonces habría que destacar a todos los planetas que estuvieran tan cercas de sus respectivos soles, que serian masas incandescentes; y también eliminaríamos aquellos que por estar a gran distancia son únicamente piedras gélidas
En el caso de la vía láctea se estaría hablando de miles de millones de planetas con posibilidad de vida. El numero puede variar según los supuestos que se hagan, pero en todo caso, la factibilidad de vida fuera del planeta (EXOBIOLOGIA) parece ser una idea razonable en la que el hombre seguirá profundizando, anqué se insiste en que a la fecha no hay aun evidencia palpable de su existencia.
Al principio el planeta solido estaba envuelto en una densa capa de gas, una atmosfera de hidrogeno que no pudo ser retenida por la gravedad y rápidamente para dar lugar a una atmosfera secundaria que era combinación de hidrogeno con otros elementos químicos. Los compuestos que constituían esta atmosfera secundaria, era metano, amoniaco y agua, así mismo que resulta de mezcla de hidrogeno que son los tres elementos reactivos mas comunes: carbono, nitrógeno y oxigeno y la energía.
El océano primitivo llega a ser una mezcla tibia, un líquido lleno de moléculas poco apoco cada vez más complejas. Las moléculas se diversificaron y se asociaron varias de distinto tipo para integrar una célula compleja.
Vinieron primero las plantas, y con su presencia la atmosfera se modifico: el hidrogeno escapo al espacio, el amoniaco se transformo en nitrógeno, el metano en bióxido de carbono, las plantas produjeron oxigeno, el cual al inicio era un gas corrosivo y mortal y la vida tuvo que ser frente a este nuevo cambio; no solo aprendió a protegerse del oxigeno, sino que llego a utilizarlo para aprovechar mas eficientemente los alimentos así una vez que los gases calientes y las rocas se condensaron para formar el planeta, quizá hace 3,500 millones de años surgió la vida, aunque este se manifestó primero en pequeñas células como bacterias que las cambiaron en millones de años poco a poco surgió la vida en los mares empezó a desarrollarse y así aparecieron animales mas grandes como gusanos y medusas de hecho solo hace 400 millones de años que la tierra firme comenzó a poblarse por miles o, mas bien, millones de diferentes especies animales de las cuales el 99% se ha extinguido.
El género humano es un recién llegado a la Tierra. No llevamos mucho tiempo aquí, en comparación con la larga existencia del planeta, pero sí más del que se suele pensar. Y periódicamente los científicos siguen encontrando nuevos fósiles y haciendo nuevas mediciones cada vez más antiguas.
Aegiptopiteco
Con el paso del tiempo se hallaron restos óseos (huesos) de seres que no eran totalmente humanos, aunque se parecían más a éstos que a los simios debido a la estructura de su esqueleto. Se les llamó homínidos, y representan una larga serie de especímenes que fueron antepasados (o ramas colaterales) de los modernos seres humanos.
Pero antes que aparecieran los homínidos, en la Tierra, al menos en algunos lugares de ella, campeaba la especie llamada procónsul.
En el Mioceno Antiguo africano, de 22 millones a 18 millones de años, se encuentra el género procónsul. Es el más antiguo y recuerda a los grandes primates vivos y al aegiptopiteco.
El procónsul era un cuadrúpedo de movimientos lentos, arborícola. Su capacidad craneana oscilaba entre 154 a 180 centímetros cúbicos y su dieta era frugívora. El principal yacimiento del procónsul es Rus inga (Kenia), en donde el medio ambiente se ha supuesto como un bosque tropical húmedo, oscilando hacia un medio más seco con arbolado difuso.
Considerado como antepasado de grandes simios y de humanos, el procónsul presenta, en general, una combinación única de caracteres entre mono y antropoide. Por ejemplo, los huesos del tobillo son estilizados, semejantes a los monos. El pulgar del pie es robusto, posee acetábulo grande y plano, caracteres semejantes a los antropoides.
Procónsul
Entre otras características, su muñeca es similar a la de los simios catirrinos: en ambos existe una articulación directa entre muñeca y cúbito.
Existe, sí, un debate sobre la determinación de su comportamiento, mitad arborícola y mitad terrestre (cuadrúpedo). Asimismo, presenta un dimorfismo sexual muy marcado.
Además del procónsul, se conocen cuatro géneros más. El micropithecus y el dendropithecus en Kenia occidental, donde coinciden con restos del procónsul. Sin embargo, el afropithecus y el turcanapithecus aparecen en el norte de Kenia, donde el procónsul es desconocido.
El dendropithecus era arborícola, pero adaptado a una marcha cuadrúpeda. Por otro lado, el afropithecus muestra un avance en la separación entre gibones y los grandes primates hominoides, que se calcula sucedió entre los 17 millones y 18 millones de años. En el Mioceno Medio nos encontramos con la supervivencia del procónsul hasta los 8 millones a 9 millones de años. A su lado se encuentra el kenyapithecus, que aparece en yacimientos keniatas datados aproximadamente entre los 16 millones y los 14 millones de años, y se tiende a considerarlo como el ancestro de varios homínidos, criaturas que eran más parecidas al hombre que al mono, del Mioceno, entre ellos de los australopitecos.
Los homínidos más antiguos fueron los australopitecos. Se los encontró por primera vez en África del sur, y luego también en África oriental. Habitaban estas zonas un una época que va desde los 4 millones de años a los 2-1,5 millones de años. Pudieron tener la talla y la complexión bastante pequeña (1-1,50 metro de estatura y 30-60 kg.) y un cerebro (380-550 cc) no mayor que el de un chimpancé, pero caminaban erguidos y en dos patas como nosotros.
Australopitecos africanos
En 1925, el paleontólogo Dart descubría en la gruta de Taungs, en el Transvaal, un cráneo infantil, en el que observó que algunos rasgos tenían un marcado carácter humano. Con mucha prudencia le denominó Australopitecos africanos. El descubrimiento de Dart pasó inadvertido. La mayoría de los investigadores creyeron que se trataba de un fósil de chimpancé joven. Pero once años después, el paleontólogo Broom descubría en la gruta Sterkfontein, en las inmediaciones de Pretoria, otro cráneo del mismo tipo, perteneciente a un individuo adulto. Desde entonces (1937) continuó la búsqueda de manera sistemática en África del Sur, hasta 1949. Gracias a ello se descubrieron un gran número de fósiles, cráneos y otros restos óseos que confirmaban las primeras conclusiones de Dart.
Los descubrimientos de la actividad humana primitiva, realizados en los yacimientos donde fue hallado el Australopitecos, no ofrecen dudas. El australopiteco representa probablemente el primer homo faber (hombre fabricante) conocido que tallaba ya los guijarros por una sola cara.
Es difícil eludir la tentación de suponer al australopiteco como origen de una raza humana que conduce al Homo sapiens, pero debemos resistir a ello. En efecto, la paleontología humana está condenada a observar únicamente un número limitado de individuos: unos pocos hitos repartidos en un espacio de varios centenares de miles de años. De la evolución de los homínidos nunca se podrán conocer más que unas pocas etapas determinadas.
Hace 2,4 millones de años aparecía el Homo hábiles ("hombre hábil"), primer integrante del genero Homo ("hombre" en latín), del cual formamos parte, y según los paleo antropólogos fue el primero en fabricar herramientas de piedra (las más antiguas datan de 2,5 millones de años). Caminaba erguido y tenía un cerebro mayor (500-800 cc) al de los australopitecos, aunque no su talla (1,40 m de altura y 30-40 kg.).
Australopiteco
Por esta época tenemos dos géneros de homínidos coexistiendo en África. Un grupo de australopitecos y el genero Homo. Los australopitecos se dividían en dos especies: Australopitecos ("simio del sur") africanos, que era grácil y de talla más bien pequeña, y habitaba en África del sur; y Australopitecos robustos, que eran más corpulentos y habitaban África oriental. Ambas especies eran principalmente recolectoras, y comían raíces y frutos duros. Del genero Homo estaba el Homo hábiles, habitaban en el África oriental, y eran carroñeros y recolectores.
Todos estos primeros homínidos eran de poca talla. No aparecen grandes homínidos hasta hace 1,6 millones de años, época en que entra en escena el Homo Erectus (hombre erecto). Este pitecántropo (mono-hombre) fue el primero en extenderse más allá de África, llegando a aparecer en Asia continental (China) e insular (Java), Europa y Medio Oriente. El Homo Erectus ya tenía un cerebro bastante desarrollado (750-1.250 cc) y una altura y peso (1,5-1,80 m y 40-80 kg.) como nosotros. Hace aproximadamente un millón de años era el único homínido sobre la tierra, los demás se habían extinguido, y continuó siéndolo hasta hace unos 200 mil años.
El australopiteco se sitúa en el peldaño más antiguo y elemental. Los pitecántropos representan el peldaño siguiente y corresponden a un estadio de desarrollo síquico e intelectual más avanzado.
El primer descubrimiento de restos de un pitecántropo se remonta a fines del siglo pasado. Fascinados por el problema de la cuna de la humanidad, los sabios de la época emitieron diversas hipótesis.
Eugene Dubois, durante su estancia en Indonesia como médico militar, en 1891-1892, encontró en la isla de Java un molar, una bóveda craneana, un fémur, un diente y un fragmento de mandíbula.
Dubois dio al individuo a que pertenecían estos huesos el nombre de Pitecanthropus Erectus; es decir, “hombre-mono de pie”, y la estratigrafía permitió situar a éste a principios del pleistoceno medio, hace medio millón de años.
Homo hábiles
Mientras permaneció aislado entre los hallazgos de la paleontología, el pitecántropo de Java fue objeto de duras controversias entre partidarios y adversarios de la teoría evolucionista. Durante treinta años, varias expediciones se esforzaron en vano por descubrir nuevos restos de pitecántropo. Por fin, en 1921, el sueco Gunnar Anderson descubrió dos molares de aspecto humano entre los restos petrificados de diferentes mamíferos que llenaban las grietas y cavernas de Chukutien, en los alrededores de Pekín. En 1927, David son Black encontró allí mismo un nuevo molar, y en 1929 la primera bóveda craneana. Desde entonces, las excavaciones de estos yacimientos se sistematizaron y en 1939 fueron exhumados los restos de unos cuarenta individuos de todas las edades, que se les conoce con el nombre de sinántropos.
Durante mucho tiempo se creyó que el grupo de los pitecántropos podía ser localizado en los países del Extremo Oriente, pero en 1954 las excavaciones de los yacimientos de Terni fin, en Argelia, permitieron exhumar tres mandíbulas y un parietal que ofrecían las mismas características del pitecántropo. El Atlanthropus mauritanicus era contemporáneo de los sinántropos y sus restos aparecen siempre con abundantes objetos de sílex tallados por ambos lados.
Homo Erectus cazaba
Este último hallazgo ha movido a los investigadores a emparentar con el grupo de los pitecántropos al hombre de Heidelberg, cuya mandíbula superior fue encontrada en 1907 en Mauer, cerca de Heidelberg, y al hombre del Montmaurin, hallado en el sudoeste de Francia, cuya mandíbula manifiesta caracteres muy semejantes a los del Atlanthropus. La difusión de los pitecántropos ha correspondido, pues, a todo el Antiguo Continente durante casi trescientos mil años (todo el pleistoceno medio).
La mandíbula de Mauer (Heidelberg) se halló en un estrato prechelense, y el individuo que la poseyó tenía muy fuertes elementos petaloides aunque su dentadura es perfectamente humana. En las exploraciones de 1928 se encontraron algunos restos más de este homo; carece de barbilla, tiene pómulos salientes, frente aplastada y huidiza, y seguramente las circunvoluciones craneales serían de gran sencillez.
Hace unos 600.000 años, la tierra entró en una serie de eras glaciales. Enormes capas de hielo llegaron a cubrir el norte de Europa, América y Asia. El nivel del mar llegó a descender hasta 90 metros por la acumulación de agua en los grandes glaciares que se formaron. El Homo Erectus aprendió a dominar el fuego ya hace unos 500 mil años, descubrimiento muy importante para la supervivencia, como abrigo para el rudo clima imperante para la cocción de los alimentos (más digestivos que crudos).
Homo sapiens neardentalensis
El pitecántropo era pequeño, apenas llegaba a 1,60 metro, tenía la frente hundida, los arcos superciliares muy salientes y las mandíbulas prominentes. Vivía de la caza, mejor dicho, de la caza con trampa, pues utilizaba en realidad la zanja.
La mayor parte de su industria lítica —sílex de dos caras—, más que para el combate era utilizada para trabajar la madera y descuartizar animales. Sus armas eran, sobre todo, hachas, mazas, arpones y jabalinas. Por otra parte, han sido halladas pruebas de una artesanía ósea y de astas de cérvido.
En las cavernas de Chukutien se ha encontrado carbón de madera, cenizas y vestigios de fuego. Los sinántropos conocían, pues, el arte característicamente humano de “domesticar” el fuego. Ello nos lleva a la memoria el mito griego que cuenta cómo los hombres se prosternaban ante el fuego robado a los dioses por Prometeo.
Hace unos 200 mil años, los primeros homínidos con cerebro tan grande como el nuestro evolucionaron a partir del Homo Erectus. Era el hombre de Neanderthal (Homo sapiens neanderthalensis), que habitó en Europa y Medio Oriente. Sus características faciales y corporales estaban especialmente adaptadas al frío. Tenían los labios más gruesos y eran más bajos que nosotros, y su cerebro era mayor (1.600cc) al nuestro (1.400-1.500cc).
Hombre de Cro-Magnon
El tercer peldaño de la evolución humana es el hombre de Neandertal que, por su desarrollo cerebral, su género de vida y su capacidad inventiva, está más próximo del homo sapiens que del pitecántropo. Se le conoce desde mucho antes que sus predecesores, puesto que en 1856 los restos de un hombre de esta raza fueron descubiertos por unos obreros en los alrededores de Dusseldorf, en una cueva del valle de Neanderthal.
Hace aproximadamente cien mil años aparece en África el primer ser humano casi como nosotros, pero llamado Homo sapiens arcaico u hombre de Cro-Magnon. Treinta mil años antes los neandertales se extinguían y ya estaban los hombres completamente modernos, Homo sapiens, y unos 5.000 años más tarde el hombre ya habitaba todos los continentes del mundo a excepción de la Antártica.
Corría 1868 cuando, en una localidad francesa llamada Les Eyzies, ubicada en el departamento de Dordoña, se encontraron, en un abrigo rocoso llamado Cro-Magnon, restos fósiles humanos. Investigaciones posteriores comprobaron que tenían más de 40.000 años y que este era el representante más antiguo del homo sapiens sapiens; es decir, el primer ancestro del hombre moderno, cuyo desarrollo había comenzado en el periodo llamado Paleolítico superior (hace más de 600.000 años).
Cráneo humano, evolución





El cráneo humano ha cambiado drásticamente durante los últimos tres millones de años.
La evolución desde el australopiteco hasta el homo sapiens, significó el aumento de la capacidad craneana (para ajustarse al crecimiento del cerebro), el achatamiento del rostro, el retroceso de la barbilla y la disminución del tamaño de los dientes.
Los científicos piensan que el increíble crecimiento de tamaño del cerebro puede estar relacionado con la mayor sofisticación del comportamiento de los homínidos.
Los antropólogos, por su parte, señalan que el cerebro desarrolló su alta capacidad de aprendizaje y razonamiento después de que la evolución cultural, y no la física, cambiara la forma de vida de los seres humanos.
Evolución de la especie humana
Especie procónsul
22 a 18 millones de años
Australopitecos ramidus
5 millones a 4 millones de años
Australopitecos afarensis
4 millones a 2,7 millones de años
Australopitecos africanos
3,0 millones a 2,0 millones de años
Australopitecos robustos
2,2 millones a 1,0 millones de años
Homo hábiles
2,2 millones a 1,6 millones de años
Homo Erectus
2 millones a 0,4 millones de años
Homo sapiens
400.000 a 200.000 años
Homo sapiens neanderthalensis
200.000 a 130.000 años
Homo sapiens sapiens
130.000 años antes de Cristo
Cro-Magnon
40.000 años antes de Cristo hasta hoy

sábado, 5 de septiembre de 2009

principales caracteristicas del poblamiento de america

El poblamiento de América
Los primeros seres humanos en llegar al continente americano provinieron de Asia. Aunque se ha discutido mucho acerca de la posibilidad de que América hubiera sido poblada originalmente por negros, semitas, caucásicos, australoides u otros grupos, hay pruebas suficientes para afirmar que el carácter racial de los habitantes originales de este continente fue mongoloide.
El paso de Asia a América
Los continentes de Asia y América están separados por el mar. Entre el Cabo Dezhnev, en Siberia, y el Cabo Príncipe de Gales, en Alaska, hay un paso marítimo que se conoce como el Estrecho de Bering y mide un poco más de 80 kilómetros. A la mitad de este estrecho hay dos islas, la Gran y la Pequeña Dio mede. En esta parte, entre los meses de noviembre y junio, se forma una capa de hielo que forma un "puente" entre Asia y América. Aunque este paso es riesgoso por las fuertes tormentas que allí se dan y la fragilidad del hielo en ciertas áreas, es posible atravesarlo a pie y navegando. Hace más de 10 mil años era aún más factible cruzar por ahí que actualmente, porque esa zona estaba cubierta por un grueso manto de hielo, debido a una serie de que sucedieron en la Tierra. Se cree que hace 60 mil años comenzó la migración de Homo sapiens sapiens (la especie del ser humano moderno) de Asia a América. El avance fue lento, en el actual territorio de México hubo seres humanos hace unos 35 mil años y en el extremo sur, en la Patagonia, hace 12 mil 700.
Rutas de migración del Hombre Prehistorico a América
Corredor entre los glaciales de las Montañas RocosasRuta de entrada al continente por el litoral del Océano Pacífico
Areas de Glaciación
Extensión máxima de glaciación hace 20 mil añosExtensión de glaciación hace 12 mil añosTierras emergidas hacia el final del Pleistoceno
Durante el Pleistoceno, un periodo geológico que empezó hace 3 millones de años y terminó hace 8,000, hubo glaciaciones que cubrieron grandes extensiones de la Tierra. Los intervalos interglaciares son períodos de deshielo en los que el clima mejorado.
En América
Como los grupos humanos que habitaban Siberia eran nómadas y estaban acostumbrados a vivir en condiciones de frío extremo y escasos recursos, parece probable que su encuentro con el continente americano se debió a su constante exploración de territorios en la búsqueda de comida para sobrevivir.
La marcha humana que llegó a América avanzó muy lentamente al interior del continente. La penetración hacia el sur, desde Alaska, se realizó a lo largo de muchas generaciones. El movimiento de las familias dependió sobre todo de la cantidad de alimentos disponibles en las cercanías donde se encontraran. En los lugares y tiempos en que sobraba la comida, permanecían más tiempo; cuando faltaban los recursos, se dispersaban de nuevo.
Al adentrarse al continente americano, con su diversidad geográfica y ecológica - tan diferente entre el extremo norte, los trópicos, el ecuador y el extremo sur-, el ser humano tuvo que modificar y ajustar su forma de vida y los utensilios que fabricaba.
Sus principales características del poblamiento de América eran los siguientes rasgos:
Eran cazadores de animales pleistocénicos como mamuts, bizontes lanudos y megaterios.
Sabían fabricar puntas de lanzas y otros instrumentos útiles para la cacería.
Eran recolectores de vegetales silvestres de los bosques y lomas.
Pescaban en las playas, lagos y ríos.
Sabían fabricar el fuego, enterrar a sus muertos y realizar pinturas rupestres. Aún no conocían las clases sociales ni el Estado.
Se comunican por señales y códigos.
Herramientas de piedra, hueso y dientes de sable.
Descubrieron el fuego.
También intentarán encontrar un "reloj lingüístico" capaz de determinar el tiempo necesario para producir la diversidad de las lenguas actuales.
Habitaban en cavernas, abrigos rocosos o campamentos provisionales.
Se agrupaban en bandas (pequeños grupos nómadas dirigidos por un jefe).